viernes, 27 de diciembre de 2013

La elección de marcharse




Se nos marcha el 2013, un año con un rostro distinto en función de quien lo mire. Desgraciado para unos, sentido para otros, incluso habrá sido bueno para los que ya corren a por el siguiente, apresurados y con la ilusión por montura. Precisamente sobre marchas y rostros hablamos en este número de LINEKER MAGAZINE. Sobre viajes inacabados y aventuras recomenzadas. Escribimos sobre vidas nuevas y oportunidades más que antiguas, las que el hombre busca en su interior y se da, en ocasiones, en contra de su entorno y hasta de su propia voluntad. Reflexionamos y dejamos reflexionar sobre esfuerzos, sacrificios y sueños, la película de nuestra existencia estrechada en un fotograma más breve de lo que suele parecer, una secuencia continua de semanas, meses o incluso años mucho más difícil de olvidar que las que le rodean.

Las experiencias vitales que suele respirar el emigrante se recuerdan con el paso del tiempo como cucharadas de sabiduría, como momentos de disfrute que uno pasa resguardado de la tormenta de realidad que asoló y asolará. Y por lo general, es el sudor del viajante el que pule esas situaciones, el que se encarga de hacer brillar lo que en otras tierras o en ausencia de esfuerzo, podría parecer hasta rancio. Es una lástima literaria recurrir a los típicos tópicos, pero hay pocos contextos que definan mejor la identidad humana que el del emigrante. Cuando uno se marcha, no sólo lo hace en busca de una mejor situación económica (sello de nuestros días) sino que también quiere una nueva perspectiva, unos retos por rodear y un aprendizaje por experimentar. Suele sentirse como una vida dentro de una existencia, con lo contundente y dura que puede resultar esa definición.

Los futbolistas, pensémoslo, son humanos también y, como tal, muestran las mismas razones para viajar que cualquier otro ciudadano. Rodeados, seguramente, de mayores facilidades económicas, nos cuentan que ellos también tuvieron (y tienen) que tomar decisiones, que los contratos calman las angustias pero no reducen las distancias y que el tiempo que pasaron en Inglaterra fue por lo general una sana experiencia a recordar durante el resto de su vida.

Hablamos en este número de valientes. De gente que ha mostrado su osadía y su determinación en las decisiones que han tomado. Y esa valentía se multiplica frente al espejo por haberla demostrado en tiempos en los que elegir parece de privilegiados y realmente es de valerosos. A veces intentamos vivir buscando el éxito sin darnos cuenta de que el trofeo más preciado es la libertad, la libertad de encontrar una vida propia.

El equipo al completo de LINEKER MAGAZINE quiere desearles unas felices fiestas y un próspero año 2014. Esperamos que puedan pasar su tiempo con sus seres queridos y que nadie les robe la capacidad de elegir. Dentro de poco más de un mes, nosotros decidiremos volver a pasarnos por aquí.


@joseportas


Editorial del nºXVI de Lineker Magazine:




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